9 de septiembre de 2025

Locales 09/09/2025

El desesperante final de los dos hermanos de La Boca que murieron en un incendio | "Si no salían los dos, no salía ninguno"

Ismael Ceballez y Daniel Costa, los dos hermanos fallecidos

Orlando Ismael Ceballez falleció el domingo en su casa de Wenceslao Villafañe 439 junto a su hermano Daniel, quién intentó salvarle la vida.

Los dos eran "inseparables" y los unía el fanatismo por Maradona. Ismael era muy querido en el barrio y en la zona de Caminito.

El desesperante final de los dos hermanos de La Boca que murieron en un incendio: "Si no salían los dos, no salía ninguno" Ismael Ceballez y Daniel Costa, los dos hermanos que murieron en un incendio en La Boca.

María Florencia Miozzo

Por las esquinas coloridas de Caminito, donde los tangos se mezclan con el olor a choripán y las cámaras de los turistas no descansan, faltará desde ahora una postal irremplazable. Se fue Orlando Ismael Ceballez (51), el de la sonrisa fácil, la camiseta azul y oro pegada a la piel, y un corazón boquense que no cabía en su silla de ruedas. Su historia tuvo un final desgarrador: su hermano Daniel murió intentando salvarlo de las llamas.

Este domingo, Ismael falleció en el incendio de su casa de madera y chapa en Villafañe 439, en La Boca, junto a su hermano Daniel Conde (55). Eran inseparables, se cuidaban mutuamente, y compartían esa vida de barrio entre mates, el amor por Maradona y una rutina sencilla.

"Daniel murió salvando a Ismael. Quedó atrapado, se le enredó un cable en el pie cerca de la habitación de Ismael y una madera se le cayó encima. Si no salían los dos, no salía ninguno. Sé que murieron intentando salir", dice Valentina Ceballez, sobrina de ambos.

Isma, como lo llamaban sus amigos, llevaba una vida como las de antes; todos los días disfrutaba del famoso museo a cielo abierto de Caminito, donde creció y conoció al gran amor de su vida, Boca Juniors.

La figura de Isma quedó impresa en las fotos de miles de visitantes que pasaron por Caminito, y en la memoria imborrable de un barrio que ya lo extraña. "Era muy querido", menciona Nancy, que lo conocía de toda la vida.

"El que conoce a mi tío, sabe que era persona amable, buena, alegre, estaba para ayudar a todos. Si vos necesitabas algo, Ismael y Daniel estaban ahí siempre", cuenta Valentina.

Ceballez trabajó como seguridad en el restaurante La Perla, un clásico que ofrece comida tradicional al ritmo del tango, y después -cuando la salud le jugó una mala pasada- se convirtió en anfitrión de los turistas, al lado del doble de Diego Armando Maradona, Escolástico Berto Méndez, su amigo inseparable.

Sí, Caminito tenía su propio Diego. Y tenía a Ismael. Eran un dúo de foto, de nostalgia y de amor por la redonda. "Siempre estaba gritando '¡Diego no murió, Diego no murió!'", recuerda Nancy. "Él era como su manager. Hablaban en portugués, en inglés, en lo que sea. Todo con tal de armar la foto", agrega.

Ismael y Escolástico viajaron juntos en camioneta al mundial de 2014 en Brasil. Además, conocieron a muchos jugadores de fútbol, celebridades como Joaquín Sabina y hasta a las hijas de Maradona, Dalma y Gianinna.

"Yo soy el Guillote, nada más que no tengo jarrón. No se puede comparar nunca Maradona con Messi. No dicen Argentina, dicen Maradona, no dicen Messi dicen Maradona", dijo Ismael en varias ocasiones.

Ismael era más que un personaje, era el alma de la cuadra. Un hombre grande, robusto, con un tatuaje de Maradona en el brazo y una devoción ciega por el cuadro de La Ribera. "Dejaba todo por Boca. Muy fanático. Conocido por jugadores, por la gente de la comisión. A él lo ayudaba todo el mundo", cuenta Rubén Corvalán, su amigo del Restaurante La Perla.

De la hinchada al corazón del barrio

En su Instagram, Ismael subía fotos con Mauricio 'Chicho' Serna, Martín Palermo y César Luis Menotti. Se lo veía sonriente, siempre con la camiseta azul y oro. Para él, Boca era su identidad, fue parte de la hinchada y, a pesar de sus problemas de salud, siempre dijo presente.

Tenía diabetes, le amputaron una pierna, pero nunca perdió las ganas de regresar a su esquina y charlar con los vecinos. "Yo me iba a tomar el 33 y siempre me decía: 'che negra, ¿qué te hacés la bonita? Vení, saludá, porque me falta una pata no me vas a saludar', me decía", recuerda María, entre risas.

Ceballez, el hombre que murió en un incendio en La Boca junto a su hermanoCeballez, el hombre que murió en un incendio en La Boca junto a su hermano

Al principio, la silla de ruedas no fue un impedimento. Ayudaba al doble de Diego Maradona a acomodarse, armaba el show, buscaba gente para la foto. A veces, pedía una Fanta al restaurante de al lado. "No podía tomar cerveza por la diabetes, así que le dábamos gaseosa. Y me gritaba: 'Nancy, ¡tráeme una Fanta!'", recuerda su amiga y moza de La Perla.

"Un gigante con corazón de oro. Adoraba a los niños. A mis hijas las adoraba. Y los chicos lo querían mucho", dice Rubén. Ismael no tuvo hijos, pero se ganó el amor de generaciones. Participó en shows callejeros, en mil anécdotas de un barrio que se inventa a sí mismo cada día.

En los últimos meses, su salud se deterioró. Estuvo internado, deprimido y a punto de perder la otra pierna. Pero su imagen seguía firme en el recuerdo, en la vereda de Caminito, junto al imitador de Diego, saludando a todos. "Era un personaje. Un tipo que pasaba todo el mundo a saludar. Hasta los guías lo conocían. Un referente de 'un estilo de vida boquense'", lo definió Rubén.

"Lo vamos a extrañar un montón, porque era un ser muy querido acá", dicen todos. Su esquina ahora está vacía, pero su espíritu se quedó pegado al adoquín. Como los colores de Caminito, el grito de gol en la Bombonera o la imagen de Diego Armando Maradona. Y es que, en La Boca, los personajes no mueren, se vuelven mitos.

MG | Clarín

Copyright © 2015 | La Síntesis - El primer diario digital de Saladillo